RELLENO FACIAL CON ÁCIDO HIALURÓNICO

EL TRATAMIENTO CON ÁCIDO HIALURÓNICO

El empleo de ácido hialurónico se ha extendido en el campo de la medicina estética en la última década. Se trata de un polisacárido, una molécula que forma parte de nuestro organismo y que trabaja en distintas funciones. Una de ellas es la síntesis del colágeno que mantiene unidos nuestros tejidos. Por lo que respecta a la belleza , se ocupa de mantener firme e hidratada la piel, aspectos que van disminuyendo con el paso de los años.

¿EN QUÉ CONSISTE EL RELLENO FACIAL CON ÁCIDO HIALURÓNICO?

El tratamiento consiste en una aplicación de pequeñas inyecciones que se realizan en clínica tras un análisis del estado de la dermis. Se observa entonces el nivel de hidratación, el grado de caída de los tejidos, los tipos de arrugas y su profundidad.

Este principio activo es de probada eficacia, tanto en hombres como en mujeres, en edades comprendidas entre los 30 y los 65 años, dependiendo, como siempre, del estado de cada persona y del criterio del médico estético. Consiste en una aplicación de pequeñas inyecciones que se realizan en clínica tras un análisis del estado de la dermis. Se observa entonces el nivel de hidratación, el grado de caída de los tejidos, los tipos de arrugas y su profundidad.

El ácido hialurónico puede ser de distintas densidades, que se combinarán en las diferentes áreas del rostro para voluminizar y ofrecer un aspecto terso y elástico. Existen dos tipos, el no reticulado y el reticulado. El primero actúa a un nivel más superficial, ocupándose sobre todo de restituir los depósitos de agua agotados, mientras que el segundo trata de frenar los efectos de la pérdida del óvalo facial.

El tratamiento en sí viene a durar entre 15 y 30 minutos. Las inyecciones se aplican tras la extensión de una crema anestésica, por lo que es indoloro.

Las áreas en las que más se demanda son las que corresponden a las líneas de expresión como las conocidas patas de gallo, las arrugas peribucales, la frente, los pómulos y también los labios.