Turgentes, con curvas, gorditas, flacas, flaquísimas, con labios y pecho grueso, con tallas discretas, también de glúteos,… El cuerpo femenino no ha parado de cambiar a lo largo de los siglos según hábitos de consumo propios de cada tiempo, pero también a la par que gustos, tendencias y modas.
No parece ocurrir lo mismo con el cuerpo del varón, que desde los clásicos se viene representando en su estética ideal como musculado, dentro de un canon de proporciones y naturalidad.
Frente a ese impresionante tratado de anatomía que es el David de Miguel Ángel, icono inamovible de la figura masculina, por museos y documentales vemos pasar, siglo a siglo, a las casi deformes diosas mesopotámicas de la fecundidad, a la apolínea Afrodita, la misma Venus que inmortalizara Boticelli para asombro de los amantes de la pintura. Y así podíamos seguir por las gorditas rubensianas hasta las polémicas modelos de talla ínfima que parecen a punto de quebrarse en las pasarelas.
Todo en una gran ejercicio de reducción (y también de simplificación) del tiempo y el arte. Aún así, fijarnos en estos iconos nos permite llegar a una conclusión: el hombre gusta musculado y proporcionado, con torso marcado, al estilo clásico ayer, hoy y siempre. Este ideal de belleza se puede conseguir hoy con ayuda de la estética.
MARCAR PECTORAL, SÍMBOLO DE ATRACTIVO Y SEXUALIDAD EN EL HOMBRE
Si comenzamos por el pecho, el torso, la desnudez tradicional se asocia a la virilidad y nos preguntamos qué se han hecho los hombres para gustar en los últimos tiempos, la respuesta es poco o nada.
En estas últimas décadas, la depilación ha llegado a sus vidas, aunque no todos la practican. Los abonados a eliminar el cabello del pecho —incluido el del contorno de las areolas del pezón— suelen ser deportistas, a los que el bello molesta, gays o chicos muy jóvenes que asocian el “pelo en pecho” con tosquedad.
Bueno, se depilan. No es difícil. Pero, ¿Y los músculos? El gimnasio también se ha universalizado, pero ni mucho menos todos consiguen marcar pectorales como Thor, en su defecto, el marido de Elsa Pataki, Chris Hemsworth
Sin menoscabo de los profesionales, de los prudentes que se machacan horas y horas con las pesas, hay que recordar que durante unos años el uso de anabolizantes preocupó a los médicos. Se podían conseguir (y parece que todavía según qué sitios) de manera algo laxa, con no pocos problemas de salud secundarios asociados, como la infertilidad o la ginecomastia.
POR QUÉ ALGUNOS HOMBRES TIENEN PECHO DE MUJER
Este término, según explica el doctor Moisés Martín Anaya, procede del griego y significa “mama como la mujer”, es decir grande, abultada, que sobresale del pecho. Pero no es una mama dentro de un conjunto musculado, es una mama floja y que da sensación de flacidez y, en cierta manera, feminiza.
Por este motivo, por tener la mama como la mujer se operan del pecho algunos hombres, aunque hay que aclarar que el aumento se puede deber también a problemas hormonales durante la pubertad o a un aumento de peso considerable.
El procedimiento es sencillo, aclara el doctor, cuando se trata sólo de eliminar el exceso de tejido glandular o de tejido mamario. Es una cirugía rápida y eficaz, que no deja cicatriz en estos dos casos, en los que se el médico procede bajo una anestesia local.
Otra cosas es cuando hay que quitar también exceso de piel, entonces la intervención sería similar a la de una reducción de mamas en la mujer, con lo que quedaría una cicatriz, que en opinión de este profesional, marca mucho en el caso del varón.
LIPOSUCCIÓN PARA MARCAR TABLETA SIN IR AL GIMNASIO
Quitarse se puede, como acabamos de ver. Pero ¿se puede poner pecho el hombre? Sí también, con prótesis de aumento, pero diferentes a las que usan las mujeres. Son unos implantes con de gel de silicona cohesiva con una forma rectangular para aumentar la proyección del musculo.
No es un procedimiento frecuente ni tan sencillo como el de la mujer. Debe ser llevado a cabo por un profesional experto en la técnica ya que, de lo contrario, se podría lesionar el músculo pectoral.
El pectoral también se puede marcar con lipovaser, la liposucción asistida por ultrasonidos, una cirugía estética especialmente demandada por quienes no logran muscularse tras mucho tiempo intentándolo en el gimnasio.
No es una operación barata, y, además, hay que mantener esa musculatura conseguida en quirófano con ejercicio y dieta.
La lipovaser suele asociarse más con el marcaje abdominal que con el pectoral, aunque es el procedimiento indicado en ambos casos. El doctor Jesús Centeno, uno de los mayores expertos internacionales en este tipo de intervención, recomienda, no obstante, que el dibujo de los músculos sea proporcionado, lo más natural y armónico posible en relación al resto del cuerpo, lejos de artificios y de exageraciones.
En este final, llegamos de nuevo al principio: el canon clásico es, ayer, hoy y siempre, para el hombre.
