El coronavirus ha parado el mundo y, por supuesto, el sector de la cirugía plástica, estética y reparadora no podía ser menos. Nada más anunciarse el estado de alarma por parte del Ministerio de Sanidad, e incluso antes en algunos centros y clínicas privadas, se suspendía toda actividad urgente.
La actividad urgente si hablamos de estética es mínima, puesto que nos encontramos ante una cirugía electiva, no necesaria, es decir, que se lleva a cabo por decisión propia del paciente, con el objeto de mejorar alguna parte de su físico. Otra cosa es que este descontento pueda acarrear problemas de autoestima que, a su vez, ocasionen dificultades en las relaciones sociales y de pareja. En este sentido es en el que se contempla la necesidad de pasar por el quirófano de muchas personas, entre ellas niños y adolescentes aquejados de complejos.
El sector de la cirugía estética es un sector en alza a tenor de las últimas estadísticas internacionales y nacionales ( estas últimas aportadas por SECPRE). Crece la demanda de intervenciones al ritmo paralelo al de los cambios sociales, espoleados por la preponderancia de la imagen. Cómo somos, cómo nos vemos, cómo nos ven los demás y cómo queremos que nos vean ocupa gran parte del tiempo que destinamos a las redes sociales.
La cirugía estética en un paréntesis a causa del coronavirus
Cuando pase la pandemia del coronavirus se verá si los niveles de afectación económica son significativos, aunque más bien podría decirse que nos encontramos ante una actividad que se difiere y no se suspende. Las cirugías programadas se han pospuesto y los médicos sólo atienden a los pacientes recién operados y con necesidad de seguimiento para las curas correspondientes.
Por supuesto, los cirujanos responden vía telefónica las dudas que puedan surgir en cuanto a pre y post operatorios y también están preparándose para la vuelta realizando las primeras consultas, la primera aproximación con los nuevos pacientes, vía telemática.
Es una decisión que se ha tomado de manera responsable y solidaria por parte de estos médicos, como sucede en otros sectores. Mientras, algunos ayudan presencialmente en hospitales y centros, y otros lo hacen informativamente, como sucede con algunas campañas como SECPRE solidaria.
A la par, parece haber disminuido cierta agresividad comercial de la que se hace gala a veces y en algunos casos, por el lógico perfil bajo que todos estamos manteniendo on line y off line por respeto al dolor y al luto de quienes viven en primera línea esta situación.
Se espera una reanudación normal de la actividad tras la crisis del covid-19
¿Qué pasará después? Las ganas de salir, de recuperar el (poco) tiempo perdido y la ilusión parecen indicar que el desarrollo normal de actividad en cirugía estética volverá por sus cauces sin problema.
#Elveranovendrá, así que a todas las personas que se estaban planteando un cambio físico les recomendamos que se informen, que aprovechen el confinamiento para buscar doctores con buenas credenciales y con los que puedan sentirse en buenas manos.
