¿PERO QUÉ SE HA HECHO EN LA CARA?

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¿PERO QUÉ SE HA HECHO EN LA CARA?

Te preguntas cuando ves a un famoso, famosísimo que no parece él mismo con nueva imagen en sus redes sociales. Pues nunca lo vas a saber porque los interesados lo niegan y la información que se publica al respecto suele ser contradictoria. Hablamos, por supuesto, de cirugía estética, que, a pesar de estar tan normalizada (¿o no?) en el social media, continúa siendo una gran desconocida.

Lo habitual es que cuando aparezca la estrella de turno con un cambio notable pero que no podríamos definir se recurra al bisturí. También se achacan a la cirugía estética problemas con tratamientos que se realizan en las clínicas. Es decir, que no son cirugías realizadas en quirófano bajo anestesia, sino técnicas de Medicina Estética.

Dos ejemplos recientes y muy notorios tanto por el resultado de los tratamientos como por el nivel de popularidad de los pacientes son las últimas noticias sobre el aspecto de Ricky Martin y de Linda Evangelista.

Apareció Ricky Martin con la cara bastante inflamada en el espacio televisivo de su país y todos y todas, en todos los países y medios de comunicación hablaron de cirugía estética. No, el mismo cantante portorriqueño achacó su rostro hinchado a un suero multivitaminas inyectado.

 

 

Ricky Martin en Fanzine Oficical
Ricky Martín y su supuesta cirugía estética

 

En cuanto a Linda Evangelista, la modelo internacional ha echado la culpa de un problema de inflamación en todo el cuerpo a la criolipólisis, un tratamiento en el que se congelan las células grasas. Los titulares, decían, sin embargo, algo así como “Linda Evangelista desfigurada por la Cirugía Estética”.

Preguntados nuestros doctores sobre esta técnica el extrañamiento es grande y esta reacción del organismo de una de las antiguas reinas de las pasarelas pasaría a formar parte del rara-avis de los casos a estudiar, un problema denominado Hiperplasia Adiposa Paradójica.

En ambos casos, la cirugía estética no sale muy bien parada a nivel popular, sin haber tenido arte ni parte. El caso es que bajo el nombre de la especialidad se engloban hasta tratamientos de la piel.

La pregunta, al margen de la falta de rigor periodístico, es si, a veces, no sería mejor desvincular la especialidad de la popularidad de algunos y de la personalidad de otros famosos.

Cuando pones tu firma en una cara mundialmente conocida te arriesgas a que cualquier mínimo problema (el de Linda Evangelista es muy serio) se vea en todo el planeta. También a que esa persona tan expuesta no cumpla con los protocolos posteriores tratamiento o a la cirugía y aparezca públicamente cuando debía estar descansando en su casa. La inflamación necesita unos días para desaparecer y los resultados de muchas técnicas tardan hasta meses en apreciarse.

Otro asunto es la adicción de algunos rostros conocidos de la televisión a las inyecciones de botox, ácido hialurónico, al lifting, a ponerse pecho, a lo que sea. Son caras sobretratadas, ajenas a la belleza, lejanas a la naturalidad.

La realidad, al margen de estos casos minoritarios pero, es que la cirugía estética ayuda y hace feliz a mucha gente; que la mayoría de las personas se operan porque quieren verse mejor, envejecer despacio, volver a encontrar pareja o quitarse de encima algún complejo. Discretamente, sin escándalos ni excentricidades.

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