Dicen los mayores y los expertos en climatología que a partir del puente del Pilar que acabamos de disfrutar se dan por concluido lo bueno, es decir, el calor, que ya ha desacelerado y, en general, el buen tiempo. Este cambio de temperatura nos apaga, a unos más que otros, nos produce cierta apatía, tristeza melancólica y nos notamos faltos de fuerzas.
Es la astenia otoñal, que nos coincide con la normalidad en el trabajo, lo que suele corresponderse con la actividad intensa y con el cambio de luz. Un panorama proco prometedor para los amantes del sol y la vida al aire libre.
Recuperar la dieta sana, primer punto del autocuidado en otoño
Otro aspecto que influye es esa vuelta a la dieta tras el verano. Quien más y quien menos ha reducido la grasa, el alcohol y el dulce —adiós helados y cervezas a cualquier hora— y quiere perder peso. Por no hablar de los que se obsesionan con adelgazar-ponerse fuertes-marcar músculos y estar guapísimos, todo en uno en apenas un mes.
La ansiedad por adaptarnos al otoño y porque los kilos veraniegos desaparezcan de la báscula no es buena. Este es el primer consejo que nos ofrecen desde Neolife, esto es, no precipitarnos, ser realistas y no dejar lugar a la improvisación.
Lo que nos recomiendan estos expertos en gestión médica de la edad es organizar nuestros planes de puesta a punto otoñal, sin fantasías incumplibles y con un calendario de acciones que contemple la alimentación y el ejercicio físico.
Vuelta al gimnasio, rutina de autocuidado en otoño
Empezando por este último, siempre es bueno, aconseja el experto en medicina deportiva César Montiel, ir despacio, retomando sensaciones y volver progresivamente a un nivel como el previo o superior. El doctor aconseja realizar durante las dos primeras semanas un acercamiento con pesos ligeros en cada uno de los ejercicios y mediante la realización de circuitos de entrenamiento. Estos circuitos consistirán en ejercicios generales que trabajen cada parte del cuerpo.
Una opción a tener en cuenta es la práctica del ejercicio aeróbico en actividades grupales como el body pump o el GAP. El body pump consiste levantamiento de pesas con música y el GAP reúne bajo sus siglas los ejercicios mediante los que se trabajan el glúteo, abdomen y las piernas.
En cualquiera de las disciplinas, ya sea aeróbico, máquinas o cardio, la idea fundamental a la que hay que aferrarse es la de retomar el ejercicio sin exigirnos demasiado, y sin tratar de comenzar a entrenar con el ritmo previo a las vacaciones, porque el músculo no se encuentra en las mismas condiciones que cuando nos fuimos. Cuidado aquí con las agujetas, las lesiones y el cansancio que dan lugar al abandono temprano de la actividad.
YOGA, UNA POSIBILIDAD PARA VOLVER A TUS RUTINAS DE AUTOCUIDADO
El yoga es una posibilidad de ponerse a punto, comenzando por conocer el propio cuerpo y, a un nivel principiante, realizando ejercicios de estiramiento para potenciar después la flexibilidad o, por ejemplo, ayudar en problemas como la dorsalgia o mejorando la circulación de las piernas.
Y llegamos a la mesa, al plato, a nuestra alimentación, que nos cuesta mucho en otoño, porque, a la vez que queremos adelgazar, comenzamos a ingerir alimentos más calóricos para ajustar el organismo a las temperaturas.
ALIMENTOS DE TEMPORADA, UN TRUCO FIT DE AUTOCUIDADO
Para que la actividad digestiva se adapte a los cambios se puede suplementar con alguna enzima digestiva y apoyarnos en los probióticos para mejorar la microbiota intestinal y la calidad de las enzimas digestivas que ya tienes. Estas sustancias son moléculas que nos ayudan a realizar la digestión
De nuevo en la Unidad de Nutrición de Neolife, nos aconsejan: será necesario elaborar un menú balanceado, con verduras, hortalizas, frutas de temporada, frutos secos, carne magra, pescado fresco, marisco, lácteos desnatados, huevos, legumbres, pasta integral, arroz integral, otros granos y semillas.
El objetivo de esta representación de todos los elementos de la tabla de nutrición es lograr de una alimentación saludable y que nos aporte minerales, vitaminas, oligoelementos y los muy preciados antioxidantes.
Un pauta que siempre funciona en la salud y el bolsillo es seguir la guía de alimentos de temporada, pescados, carnes, frutas y verduras. En otoño, justamente, la carne de caza ofrece buena proteína sin grasa y, sin salir del campo, las setas nos hidratan, aportan minerales y vitaminas y, sobre todo, la D, imprescindible en el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Las verduras como la lombarda no solo nos van a quedar muy bonitas en el plato, sino que son ricas n Vitamina C, que nos protege de catarros y nos ayuda con el colágeno, y, por lo tanto, con la belleza.
Otras maravillas de la tierra en otoño : frutos secos y las monísimas calabazas de Halloween.
De la piel hemos hablado en varios post recientes. Pronto llegarán las calefacciones y los ambientes secos, el frío y otros agentes externos no tan dañinos como el sol, pero también perjudiciales. Tomad nota: exfoliación mecánica semanal, limpieza diurna y nocturna, cremas y serums hidratantes y protección solar todo el año. La hidratación se complementaría vía oral bebiendo té, zumos y tomando alimentos ricos en Vitamina C.
En cuanto a los cambios en el estado de ánimo, observa que no se mantengan pasados los primeros días de entrada de la estación y, sobre todo, una vez que han transcurrido un par de semanas desde que se haya producido el cambio de luz. En ese caso, lo mejor es consultar a un profesional de la psicología para evitar que el cambio de estación pueda enmascarar otro tipo de problemas.
Siempre, ánimo y a por ello. El cuidado es salud. La salud, es belleza.
